Cuando hablamos de gastos médicos y de un seguro sanitario en el extranjero, solemos pensar en accidentes y enfermedades graves.
Situaciones que pueden requerir hospitalización o incluso repatriación urgente a Francia.
Sin embargo, las necesidades que hay que cubrir, van mucho más allá. No sólo se trata de situaciones de emergencia:
- Medicación regular en caso de enfermedades crónicas
- Cuidados en casa
- Atención a la maternidad
- Tratamiento dental
- Cuidado óptico
- Anticonceptivos
Todas estas son fuentes importantes de gastos. Y un buen seguro privado de asistencia sanitaria en el extranjero te ayudará a hacerles frente.
¿Por qué es necesario un seguro de asistencia sanitaria en el extranjero?
La asistencia sanitaria en el extranjero de la Seguridad Social es limitada
Si procedes de un país con sistema de Seguridad Social, es posible que te ofrezcan cobertura en el extranjero.
Si eres residente en un país de la UE y te mudas a otro de este mismo territorio, podrías solicitar la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) antes de irte.
Aunque suele ser habitual que tengas que pagar los costes médicos de tu bolsillo. Y el seguro te los reembolsa después de que lo solicites.
Los importes cubiertos suelen ser bajos. Y las garantías ofrecidas, limitadas. Por ejemplo no se encargan de los gastos de repatriación.
Por eso es recomendable recurrir a otro tipo de seguro sanitario para ir al extranjero.
Costes sanitarios en el extranjero
En muchos países, la asistencia sanitaria es cara. Sobre todo cuando es necesario recurrir al sector privado.
Y esto suele ser habitual entre los expats en zonas en las que el sistema sanitario público es deficiente.
Una consulta con un médico general cuesta una media de 100 euros en Suiza u 80 dólares en Estados Unidos.
Llas consultas con especialistas y las hospitalizaciones pueden alcanzar sumas considerables.
En estos casos, un buen seguro de asistencia sanitaria en el extranjero es imprescindible.
¿Cuáles son las opciones de seguro de asistencia sanitaria en el extranjero disponibles?
La Seguridad Social: un seguro abierto a todos
La asistencia sanitaria en el extranjero de la Seguridad Social es muy limitada, como acabas de ver.
Otro de sus problemas está en la forma en que suelen calcularse los reembolsos. En lugar de tomar el precio de la asistencia en tu país de residencia actual, se utilizan los de tu país de origen.
Esto hace que las cantidades recibidas sean insuficientes para pagar por un servicio completo y de calidad.
Es necesario contratar un seguro complementario con otra compañía para conseguir mejores reembolsos.
Esto aumenta el precio de las cuotas y multiplica los trámites.
Su punto fuerte es que la Seguridad Social no suele rechazar solicitudes de afiliación en casi ningún país. Y no hay que rellenar ningún cuestionario médico al inscribirse.
Seguro privado de salud para extranjeros “desde el 1er dólar/euro”
Las ofertas “desde el primer euro/dolar” que ofrecen muchas compañías perfectas para cubrir los gastos sanitarios en el extranjero.
Estos contratos pueden ser temporales (para estancias de hasta 12 meses). O de larga duración para casos de expatriación.
Además te reembolsan desde el primer euro gastado, en función de los costes sanitarios reales en el país de acogida.
Pueden aplicarse exclusiones en la cobertura o primas adicionales en caso de condiciones médicas preexistentes.
Pero existen fórmulas flexibles que te permiten adaptar tu seguro a la realidad de tus necesidades.
Las compañías que los comercializan están especializadas en seguros internacionales. Tienen un buen conocimiento de los sistemas sanitarios locales.
Y suelen contar con soluciones para facilitar la vida de los asegurados y la gestión de sus expedientes.
Los reembolsos suelen ser rápidos e incluyen asistencia a la repatriación. Es la solución de seguro privado de salud para extranjeros más recomendada entre los expats.
Seguro sanitario en el extranjero con una compañía local
La afiliación a un seguro médico local sólo suele ser interesante en algunos casos.
Por ejemplo si vas a trabajar para una empresa que se encarga de contratarlo y corre con los gastos.
Sin embargo, es importante informarse bien. La cobertura ofrecida no siempre se corresponde con las necesidades reales del asegurado.