Las ventajas de vivir en el extranjero son numerosas para quienes se lanzan a la aventura.
Pero irse a vivir y trabajar en el extranjero también requiere asumir algunos retos, y es mejor estar bien preparado para no estropear esta bonita experiencia.
¡Veámoslo juntos!
La oportunidad profesional: en lo alto de la lista de las ventajas
Un impulso a tu carrera
Una de las muchas ventajas de vivir en el extranjero es que ofrece la oportunidad de desarrollar tu propia carrera.
Un empleado que se va a trabajar al extranjero suele hacerlo para ocupar un puesto de mayor responsabilidad.
Es una experiencia positiva que puede aprovecharse en el futuro y es especialmente gratificante para los jóvenes licenciados.
Si el traslado al extranjero permite acceder a puestos de trabajo de categoría superior, también es sinónimo de importantes beneficios que el empleado no debe dudar en negociar: mayor salario, primas de transporte o mudanza, ayuda para la escolarización de los hijos, etc.
El desarrollo de las habilidades es otra de las ventajas
Otra ventaja de vivir y trabajar en el extranjero es la adquisición de competencias y habilidades especialmente apreciadas por los reclutadores: un periodo de trabajo en el extranjero se traduce en la capacidad de ser autónomo y de adaptarse a contextos y métodos de trabajo diferentes de los que se practican en tu país de procedencia.
También es una magnífica oportunidad para ampliar tu propia red profesional y crear vínculos con colegas o clientes extranjeros.
Una aventura vital y familiar
Cambio de escenario e inmersión cultural
El crecimiento personal es otra de las ventajas de vivir en el extranjero más destacadas.
Tanto si la aventura se realiza en solitario, como en familia, permite crear muchos recuerdos inolvidables y vivir momentos únicos con los lugareños u otros ciudadanos extranjeros como tú.
Es una oportunidad para descubrir un nuevo modo de vida que, dependiendo del país de acogida, puede ser muy agradable, sobre todo cuando el traslado tiene lugar en un país soleado, en una gran ciudad dinámica o en un país donde el coste de la vida es bajo y permite una vida cómoda.
Además, es el momento perfecto para experimentar un cambio de escenario a diario y poder combinar trabajo y viajes, descubriendo tu nuevo país de residencia, pero también visitando los países vecinos durante los fines de semana y periodos de vacaciones.
Aprender un idioma, una ventaja innegable de vivir en el extranjero
Evidentemente, no se pueden enumerar las ventajas y desventajas de vivir en el extranjero sin mencionar la mentalidad abierta y los conocimientos lingüísticos que aporta dicha estancia.
El expatriado se sumerge en otra cultura, y las diferencias pueden ser considerables en determinados destinos.
La inmersión es total y permite descubrir una nueva cultura con su gastronomía, sus costumbres, su música y su literatura, o su forma de vida.
Por supuesto, aprender el idioma local es otra gran ventaja de vivir en el extranjero, que es posible gracias a los cursos realizados antes o durante la estancia en el país, pero sobre todo a la interacción diaria con los habitantes.
El aprendizaje es más natural y fluido que en un aula o en una página web.
Ventajas y desventajas de vivir en el extranjero
La integración no siempre es fácil
Lógicamente, vivir en el extranjero tiene sus ventajas y desventajas. Aunque solo una pequeña minoría de los ciudadanos que se trasladan a vivir al extranjero dice querer volver a su país de origen lo antes posible, la experiencia no es fácil cada día, y los primeros días en particular pueden ser difíciles.
Integrarte en un entorno nuevo de trabajo o adaptarte a un país desconocido puede llevarte su tiempo.
El choque cultural y la nostalgia son algunos de los inconvenientes a los que se pueden enfrentar los ciudadanos extranjeros.
Y es aún más evidente cuando no sabes expresarte en el idioma local.
Entre las desventajas de mudarte al extranjero, no hay que olvidar el regreso a tu país de origen, que a veces puede ser difícil cuando te has acostumbrado a vivir allí, o cuando luchas por encontrar una situación profesional en tu país de procedencia que sea tan satisfactoria como lo fue durante tu estancia en el extranjero.
Procedimientos administrativos complejos
Ya hemos mencionado que vivir en el extranjero tiene sus ventajas y desventajas.
Otro punto que contrarresta las ventajas es la dificultad que puedes experimentar con los trámites administrativos, que pueden ser numerosos. Por ejemplo:
- Obtener un permiso de trabajo
- Vivienda
- Escolarización de los niños
- Cuentas bancarias
- Seguros
- Etc.
Ya de por sí tediosas en circunstancias normales, lo son aún más cuando deben realizarse en un idioma extranjero y cuando no se dominan las particularidades institucionales del país.
Generalmente, los ciudadanos extranjeros pierden la cobertura de la seguridad social de su país de origen
Un tema que está lejos de ser una ventaja de vivir en el extranjero es la cuestión de la protección social.
Un ciudadano extranjero, si no está en comisión de servicio, pierde su afiliación al sistema de seguridad social de su país de procedencia.
Por tanto, debes informarte sobre tus derechos de pensión y, ante todo, por la cobertura sanitaria de todos los miembros de tu familia, ya que, sin seguro, y salvo excepciones, todos los gastos sanitarios correrán a tu cargo.
Afortunadamente, existen soluciones diseñadas específicamente para los ciudadanos extranjeros, principalmente contratando un seguro médico privado o uno internacional.
Sin embargo, para ir sobre seguro, lo mejor es resolver esta cuestión antes de tu traslado al extranjero.
Mediante un comparador de seguros online podrás encontrar la oferta que mejor se adapte a tus necesidades y situación personal.