Para un viaje largo o un traslado al extranjero, es mejor planificarlo todo minuciosamente y pensar seriamente en contratar un buen seguro médico con repatriación, aunque ya estés cubierto por el sistema sanitario local de tu destino.
Así pues, el seguro privado internacional será tu gran aliado.
A continuación, te lo explicamos detenidamente.
¿Por qué contratar un seguro médico con repatriación?
La sanidad en el extranjero: un coste que no hay que descuidar
No es ningún mito: la sanidad es cara en el extranjero.
En algunos países, como Estados Unidos, una simple consulta con un médico de cabecera ya supone un coste importante, por no hablar de los procedimientos médicos más especializados cuyos precios pueden dispararse.
E incluso en los países en los que las tarifas son razonables, el más mínimo imprevisto puede resultar rápidamente muy caro, especialmente la hospitalización.
Sin seguro, tendrás que pagar la totalidad de la factura y, a menudo, incluso depositar una fianza para poder ser atendido.
En cuanto a la repatriación, ten muy presente que no es algo que ocurra solo a los demás, y su coste se eleva muy rápidamente: unos 40.000 euros por una repatriación en avión sanitario, sin contar el tiempo empleado en realizar los trámites administrativos previos.
Y no es cuestión de recurrir a la Seguridad Social, que solo reembolsa excepcionalmente y de manera parcial los gastos sanitarios realizados en el extranjero.
El seguro médico local es demasiado limitado
Los ciudadanos que viven en el extranjero y están afiliados a un seguro médico local, o los viajeros con un seguro vinculado a su tarjeta bancaria, pueden pensar que estas soluciones son suficientes para estar cubiertos en caso de imprevistos.
Pero en cualquier caso, esto no suele ser cierto.
Los seguros de las tarjetas de crédito tienen franquicias y topes que pueden no ser suficientes para cubrir los gastos ocasionados, y sus garantías no se aplican en todos los casos (duración del viaje, exclusiones de coberturas, etc.).
En cuanto a los seguros locales, su principal inconveniente es que no cubren la asistencia de repatriación y no protegen al asegurado más allá de las fronteras de su país de expatriación: los tratamientos recibidos en su país de origen o durante las estancias en el extranjero no están cubiertos.
¿Cómo elegir un seguro médico con repatriación adecuado?
Lo que no debes pasar por alto
Un buen seguro médico con repatriación puede incluir muchas coberturas adicionales, como la protección del equipaje o la asistencia jurídica, pero ante todo debe ofrecer una cobertura óptima para la hospitalización y la repatriación, que son los procedimientos más caros y urgentes, y los que requieren más trámites.
Por lo tanto, es necesario comprobar el nivel de cobertura previsto para estos dos riesgos y, en el mejor de los casos, poder beneficiarse de la renuncia al pago anticipado de los gastos de hospitalización.
Las compañías de seguros internacionales: una garantía de seguridad
Para contratar un seguro de salud y repatriación, se recomienda encarecidamente dirigirse a una compañía especializada en seguros internacionales.
Es la garantía de un contrato amparado por la legislación de la mayoría de los países, pero también por el hecho de estar diseñado por profesionales para que sea fácilmente comprensible y manejable, con el fin de satisfacer mejor las necesidades de los viajeros y expatriados.
La experiencia de estas empresas les permite ofrecer a sus afiliados asociaciones con profesionales locales y redes de asistencia. Ofrecen una plataforma o aplicación online que permite un fácil acceso a los asesores hispanohablantes desde cualquier parte del mundo y en cualquier momento, y son capaces de poner en marcha la logística necesaria en caso de emergencia.
El mejor seguro médico privado depende de cada persona
El mejor seguro médico con repatriación para ti dependerá en gran medida de tu situación personal (lugar de residencia, necesidades particulares, número de personas aseguradas y situación profesional).
Deberás examinar las primas adicionales y las exclusiones de cobertura, algo fundamental para las personas con enfermedades preexistentes.
También es importante comprobar que los reembolsos no sean bajos, que los contratos sean flexibles y cuenten con una buena relación calidad-precio.