Disfrutar de la jubilación en el extranjero cuando te quieres mudar a vivir a otro país no siempre es tan sencillo. Es mejor estar bien informado antes para poder tomar las riendas y poder reclamar tus derechos durante y después del traslado.
¡Te lo explicamos detalladamente en este artículo!
Jubilación en el extranjero: diferentes derechos según la condición del trabajador y el país de acogida
¿Trabajador desplazado o expatriado? Distintos estatus
A veces se tiende a confundir los términos expatriado y trabajador desplazado.
De hecho, se trata de dos estatus diferentes, con derechos de pensión distintos.
A lo largo de su misión en el extranjero, los trabajadores desplazados conservan el contrato de trabajo que les vincula al empleador de su país de origen. Por lo tanto, están sujetos a la legislación estatal en lo que respecta a su protección social, incluida su pensión, durante todo el periodo en el extranjero.
Siguen cotizando como lo harían en su país y no pierden ningún derecho.
Los trabajadores expatriados, en cambio, son contratados por una empresa local y ya no tienen un contrato de trabajo activo según la legislación de su país de procedencia. También pueden ser autónomos o personas sin actividad que residen en el extranjero.
Los expatriados están cubiertos por el sistema local de salud y jubilación, si existe. Ya no están afiliados al sistema de seguridad social de su país y, por lo tanto, no adquieren ningún derecho durante este periodo en el extranjero.
Jubilación de extranjeros en caso de vivir en un país europeo
En el caso de la jubilación de extranjeros que viven en uno de los países de la UE, además de Suiza, Liechtenstein, Noruega o Islandia, las cotizaciones a los distintos regímenes nacionales se sumarán a las españolas, por ejemplo, ya que es miembro de la UE.
En esta circunstancia, la expatriación y la jubilación para extranjeros son fácilmente compatibles, aunque hay que tener en cuenta que se aplicará la legislación de cada país en cuanto a edad mínima y cotizaciones: si has cotizado en un país donde la edad legal de jubilación es superior a la de España, puedes:
- Elegir posponer la jubilación más allá de la edad legal en España para beneficiarte de todos tus derechos
- Jubilarte a la edad legal española y solicitar un nuevo cálculo de tus derechos una vez alcanzada la edad legal en el extranjero
Cobrar la jubilación en el extranjero (fuera de Europa)
Hay dos casos posibles para poder cobrar la jubilación en el extranjero.
Existe un convenio bilateral de Seguridad Social entre España y 23 países firmantes, como:
- Argentina
- México
- Colombia
- Ecuador
- EEUU
- Canadá
- Etc.
En estos países, la actividad laboral realizada durante tu estancia allí se tendrá en cuenta para la pensión española según las condiciones de cada convenio, que son muy variables.
Por lo tanto, es necesario informarse caso por caso y tener en cuenta que, en caso de irte a trabajar a varios de estos países, sólo será posible reclamar uno de estos acuerdos: perderás los derechos de pensión adquiridos en los demás países.
También existen acuerdos bilaterales para los expatriados autónomos, pero en menor número.
En cuanto a las personas expatriadas en un país sin convenio, la regla es sencilla: la seguridad social española no realizará ninguna coordinación y sólo podrás utilizar tu periodo de expatriación para tu jubilación si la legislación local lo prevé.
¿Cómo evitar ver reducida tu futura pensión de jubilación en el extranjero?
Seguir cotizando voluntariamente en el régimen de pensiones de tu país de origen
Así pues, es esencial que estés informado sobre tus derechos de pensión antes de mudarte a vivir al extranjero.
Existen grandes diferencias entre los sistemas locales, que en última instancia pueden pesar mucho en la pensión de un jubilado: la tasa de sustitución de los ingresos laborales por las pensiones del régimen obligatorio francés es, por ejemplo:
- 60% en Francia
- 80% en Austria
- 20% en el Reino Unido
Para evitar pérdidas excesivas, es posible seguir cotizando voluntariamente en el régimen de pensiones del país de origen durante la expatriación, y si esta opción no es especialmente interesante para los trabajadores desplazados, es muy recomendable para los expatriados, aunque no les exima de la obligación de cotizar localmente.